Como estudiantes, siempre tenemos esa clase o investigación que nos
encanta ya que incluye algún viaje de campo y tiempo fuera del salón de
clases. El pasado martes 24 de febrero
de 2015 un grupo de estudiantes y la Profesora Maritza Barreto visitaron los
terrenos del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico en Manatí. Como de costumbre el grupo iba con su agenda
de tomar muestras de sedimentos y estudiar el perfil de playa de tres playas en
la región.
Todo iba normal y estábamos
a punto de irnos a la próxima playa, fuera de la reserva, cuando de momento…
¡MIREN!… todos miramos al suelo arenoso y vemos una tortuguita, en ese momento se
la lleva una ola dejándola débil, moribunda y más lejos de su meta, el
océano. De inmediato identificamos que
era un carey, animal en peligro de extinción.
La profesora llama al Fideicomiso para reportar el hallazgo ya que no
podemos tocar estos animales. El grupo
de expertos nos brindó instrucciones de
cómo manejar al carey, así que esperamos que llegara el equipo de trabajo para salvar
al animal.
Dentro de la emoción de
encontrar un carey y hablando se escucha un… ¡CUIDAO’!.. Cuando vemos una segunda tortuguita un poco
más activa que la otra. Seguimos las
instrucciones que nos dio el grupo del Fideicomiso con la otra tortuga y
esperamos a que llegaran a rescatar a Magnetita y Alejandra (nombres que
cariñosamente le dimos mientras esperábamos).
Pasaron unos minutos cuando
llega un grupo de aproximadamente cinco personas del Fideicomiso con la
planificadora experta en manejar estas tortugas. Cuando se ponen a buscar a lo largo de la
playa… ¡BINGO!… encontraron dos nidos llenos de tortugas vivas esperando a ser
rescatadas. Estuvimos observando a la experta unos minutos y seguía sacando
tortugas del nido. Resulta que estos
nidos tenían más de 100 días y ya tenían poca esperanza de que salieran las
tortugas.
El nacimiento de estas
tortuguitas llenó de alegría a los del Fideicomiso y nos reportaron que se
salvaron un estimado de 60 Careyes, animal que se encuentra en peligro de
extinción. Cuando salimos de la
universidad, jamás pensábamos que íbamos a presenciar este evento tan poco
común. De ser un día rutinario, este
viaje vino a ser una experiencia inolvidable y especial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario