lunes, 2 de marzo de 2015

¡De viaje de campo…! Por: Alejandro Reyes Luciano y Laura Martí Muñiz



   Como estudiantes, siempre tenemos esa clase o investigación que nos encanta ya que incluye algún viaje de campo y tiempo fuera del salón de clases.  El pasado martes 24 de febrero de 2015 un grupo de estudiantes y la Profesora Maritza Barreto visitaron los terrenos del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico en Manatí.  Como de costumbre el grupo iba con su agenda de tomar muestras de sedimentos y estudiar el perfil de playa de tres playas en la región.

        Todo iba normal y estábamos a punto de irnos a la próxima playa, fuera de la reserva, cuando de momento… ¡MIREN!… todos miramos al suelo arenoso y vemos una tortuguita, en ese momento se la lleva una ola dejándola débil, moribunda y más lejos de su meta, el océano.  De inmediato identificamos que era un carey, animal en peligro de extinción.  La profesora llama al Fideicomiso para reportar el hallazgo ya que no podemos tocar estos animales.  El grupo de expertos nos brindó  instrucciones de cómo manejar al carey, así que esperamos  que llegara el equipo de trabajo para salvar al animal.

        Dentro de la emoción de encontrar un carey y hablando se escucha un… ¡CUIDAO’!..  Cuando vemos una segunda tortuguita un poco más activa que la otra.  Seguimos las instrucciones que nos dio el grupo del Fideicomiso con la otra tortuga y esperamos a que llegaran a rescatar a Magnetita y Alejandra (nombres que cariñosamente le dimos mientras esperábamos).

        Pasaron unos minutos cuando llega un grupo de aproximadamente cinco personas del Fideicomiso con la planificadora experta en manejar estas tortugas.  Cuando se ponen a buscar a lo largo de la playa… ¡BINGO!… encontraron dos nidos llenos de tortugas vivas esperando a ser rescatadas. Estuvimos observando a la experta unos minutos y seguía sacando tortugas del nido.  Resulta que estos nidos tenían más de 100 días y ya tenían poca esperanza de que salieran las tortugas.

        El nacimiento de estas tortuguitas llenó de alegría a los del Fideicomiso y nos reportaron que se salvaron un estimado de 60 Careyes, animal que se encuentra en peligro de extinción.  Cuando salimos de la universidad, jamás pensábamos que íbamos a presenciar este evento tan poco común.  De ser un día rutinario, este viaje vino a ser una experiencia inolvidable y especial.






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